Freddy volvió a enderezar su cuello.
—¿Perdón?
Karlos miró al mencionado durante un par de segundos, varios más, y sonrió.
—Lo último que pude hacer con la gente de la medicatura forense fue a que le enviaran esa foto a Mireya, la de la mujercita muerta dentro de la bolsa negra. Estaba muy molest