CAPITULO 2

CAPITULO 2

Alan abre los ojos confundido — Por ahora no hagas ninguna locura, yo voy a investigar algo de esa mujer y mañana te llevaré todos los datos , por favor cuídate no sabemos con qué propósito fue a tu casa —.

— Algo me dice que ella no sabe quién soy yo, pero si ella es la asesina se lo voy a recordar — Jake cuelga el teléfono.

Maria le sube una botella de vodka — Deberías dejar de tomar, se que es la manera en la que procesar tu dolor, pero tú hija te necesita —.

— Este Jake va a desaparecer pronto —respira.

******

Jake bebe mucho hasta quedarse dormido, no quiere seguir sintiendo dolor pero lo que sucede en su vida se ha convertido en algo que no sabe cómo manejar, su vida se ha convertido en un columpio de emociones que no sabe cómo procesar el dolor de su pecho.

Mientras intenta dormir recuerda el peor día de su vida, el mismo que todo cambia y que el mundo se le convirtió en un frenesí sin pies ni cabeza.

Acababa de ganarse el reconocimiento de todo el mundo, siempre había estado detrás de Francisco Colucci, uno de los empresarios más importantes de la ciudad pero nunca había logrado encontrar una sola prueba para inculparlo de los crímenes que lo unan a la mafia.

Lo único que logró después de meses de investigación con Alan fue que el hijo único de Colucci, Andrés, estaba ligado a este negocio y logró judicializarlo.

Andrés no soporto ser capturado y de inmediato decidió acabar con su vida en prisión, algo que provocó la rabia de Colucci, un día le mando una amenaza a su oficina " Ojo por ojo ".

Alan intento pedirle a su amigo que tomara medidas de protección, pero el ego de Jake le jugó una mala pasada y se negó a tener escoltas o seguridad.

Jake tenía gravado en la cabeza ese día, invito a su esposa a cenar en un restaurante elegante, pues ella estaba cumpliendo años, era un hombre ocupado y reconoce que no era el mejor de los esposos con respecto al tiempo pero la amaba y quería que esto fuera especial.

— Tengo que decirte algo muy importante, averigüe una información muy valiosa y quiero compartirla contigo — Esas fueron sus palabras antes de subirse al automóvil.

Helena tenía una gran sonrisa, como si aquella información fuera demasiado para ella, algo que le daba tranquilidad.

— Dame un segundo contesto está llamada, es importante —.

Jake recibió una llamada de Alan, estaba como siempre metido en su trabajo que no se dio cuenta de lo que estaba haciendo, ignorando los últimos momentos de vida de la mujer que amaba con las fuerzas de su corazón.

En ese momento una motocicleta empezó a dispararle, él estaba muy nervioso pero mantenía la calma para proteger a Helena.

Giro para mirar de quién se trataba, pero solo pudo ver la mano del delincuente que apuntaba a las llantas de su automóvil, y vio el tatuaje, ese corazón con espinas.

No pudo contener más el automóvil, cayó en un precipicio y dio muchas vueltas hasta que el y Helena salieron expedidos por la ventana, Jake recuperó el conocimiento segundos después.

Ella no podía respirar, ella estaba llena de miedo mientras el se acercaba para auxiliarla.

Pero esa sombra negra, esa persona vestida de negro, delgada, esa persona que el odia sin ver su rostro se acercó a su esposa, le apuntó con el arma.

El intento acercarse pero lo que vio fue a esa persona disparando a sangre fría a su esposa y subiéndose a la motocicleta para alejarse.

Llegó arrastrándose hasta donde Helena que agonizaba, con sangre en su boca lo miro — Cuida... A.. Ana — fueron las últimas palabras de su esposa.

—¡No!— grito Jake mientras se levantaba de la cama, no era la primera vez que soñaba con esto, que volvía aquella imagen a su cabeza que las pesadillas eran constantes.

Sentía que su corazón latía muy rápido, que le faltaba la respiración y que se moriría, Helena, era la mujer de su vida, la que más amaba y ver el rostro en la niñera se convertiría en una verdadera tortura.

Bajo a la planta baja, para tomar un poco de agua, no quería molestar a María, la mujer ya había tenido que lidiar mucho con sus problemas, quería empezar a avanzar, dejar el alcohol, encontrar al culpable y sobre todo averiguar el secreto de Helena.

Ese día debió escucharla, ella estaba muy emocionada por decirle esa verdad, parecía que esa información era muy importante para ella , pero prefirió escuchar los problemas de su trabajo que darle a su esposa el tiempo que se merecía desde hace mucho.

Escucho el timbre, decidió abrir pues le pareció extraño por la hora pero no quería que María se levantará, ella era como su nana y la quería mucho, sabía que no estaba en edad de seguir manejando sola la casa y mucho menos la energía de la pequeña Ana

—¿Que haces aquí a esta hora?— el frunce el ceño mientras ve a Emily que está en la puerta de su casa con los ojos llorosos.

— Señor yo sé que le prometí que estaría aquí mañana, pero quería saber si me puede recibir desde hoy, tuve un problema y preferí venir — Emily estaba muy nerviosa, su rostro estaba pálido, sus manos temblaban a pesar de querer fingir que todo estaba bien.

Jake la miró de arriba a abajo, le ayudo con la maleta, y le ayudo a entrar a la mansión —¿Que sucedió? Creo que por ser tu jefe merezco esa información — Jake quería más información de lo que pasaba en su vida, y ma si sospechaba de su culpabilidad o participación en lo sucedido con Helena, ese tatuaje era muy diciente.

— Yo... Es que... Me robaron — Emily busco la primera excusa que se le pasó por la cabeza — Llegue a mi departamento para preparar todo y en la noche entraron unos hombres y me robaron —.

Jake era uno de los mejores abogados penalistas del país, y tenía un detector de mentiras implantando en la cabeza.

—¿Porque no fuiste a la policia?— fue la primera pregunta del interrogatorio.

— Tenía miedo, las cosas en mi barrio se manejan de otra manera, muy diferente a esta zona de la ciudad — Emily estaba muy nerviosa y agachaba la mirada, todo era una mentira.

Jake se acercó, se dio cuenta que tenía un golpe en la mejilla y que le habían roto un poco el labio inferior, el le invito a que lo siguiera y la llevo a la habitación de servicio que seria destinada para ella.

— María pensaba mañana acomodar todo, pero creo que tú puedes hacerlo para que te quedes está noche aquí — Jake colocó la maleta de la joven en el suelo.

Jake busco el botiquín y empezó a hacerle curación en la herida de la chica, ella hacía caras de dolor.

— Me da mucha vergüenza, la verdad usted no tiene porqué hacer esto por mi — Ella sentía su corazón latir rápido al sentir la tez ruda de su piel sobre la de ella.

— No te preocupes, solo estoy haciendo lo que cualquier buen samaritano haría — el siguió intentando limpiarla, ella suspiro nerviosa.

Jake no dejaba de ver los labios de Emily, eran idénticos a los de Helena, carnosos y deseables, tocar su tez suave era suficiente para recordar a su esposa, para admirar la misma belleza de Emily.

Ella también estaba muy nerviosa, nadie la habai tocado de esta manera, era suave y delicado, parecía que estaba perdido en su mirada y que no dejaba de mirar sus labios deseándoles.

Pero el se alejo de inmediato, Jake no podía sentir nada por nadie hasta no atrapar al asesino o asesina de su esposa, y si está mujer era un a de sus sospechosas tenía que mantener el control de sus emociones.

— Es raro, que te robaran y hasta te golpearan pero no te robaron la medalla de oro que tienes en el cuello, quizás estaban más interesados en otras cosas — Jake sabía que ella había dicho una mentira, no entendía el verdadero propósito de todo esto 

Emily agacho la mirada — Gracias por todo señor Baker, voy a descansar — sabía que él no le había creído la mentira.

El se fue de la habitación mientras ella se acostó y empezó a llorar.

Había tomado un paso muy importante para cambiar su vida, para ser otra mujer para ver un futuro diferente al que había construido.

Mira su tatuaje, ese tatuaje de espinas, la misma que es una marca que le pertenece al diablo y que el siempre estará persiguiendola.

Ella no quiere saber nada más de eso, se ha dispuesto a no ser la misma de antes y cambiar su futuro.

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