Capítulo 67. Pidiendo matrimonio.
Las semanas pasaron con una velocidad vertiginosa. Fabio se recuperaba a pasos agigantados, sorprendiendo a médicos y terapeutas. Su determinación y la fuerza de su carácter lo empujaban cada día a mejorar. Aunque el proceso fue largo y doloroso, Belinda estuvo a su lado en cada momento, dándole la motivación que necesitaba.
Ahora, podía caminar sin ayuda, sus manos habían recuperado su destreza y su voz volvía a ser fuerte, aunque con un matiz más profundo. Se había convertido en un hombre nuevo, más fuerte, más consciente del valor de su vida y de su familia.
Y Belinda lo sabía.
Por eso, quería hacer algo especial.
Quería dar el siguiente paso.
Quería hacer algo que no era común, después de todo eran los hombres quienes pedían matrimonio a las mujeres, no al revés, pero ella estaba dispuesta a hacer lo contraria.
Así que esa mañana, mientras Fabio asistía a su última sesión de terapia, Belinda caminó por las calles de Viena hasta llegar a una exclusiva joyería en el centro de la ciu