Mundo ficciónIniciar sesiónPOV: DAIMON
El cuerpo de Airys reaccionó de inmediato. Su olor cambió. Un aroma espeso, dulzón, adictivo, invadió mis fosas nasales con brutalidad. Lujuria. Deseo crudo. Estaba húmeda. Abierta. Entregada sin admitirlo.
— Ah, pequeña... — mi voz salió baja, cargada de escarnio y deseo—. ¿Qué habrá proyectado esa mente tan maliciosa y traviesa?
Agarré su garganta con firmeza, pero sin lastimar, sintiendo los latidos acelerados bajo mi palma. En un solo movimiento, la inmovilicé contra el pilar más cercano. Sus ojos se abrieron de par en par, pero el brillo allí... era puro desafío. Pura hambre.
Sin dar espacio para protestas, atraje sus caderas contra las mías, presionando con fuerza. Su cuerpo encajó perfectamente, y aun vestida, sentí el calor palpitante entre sus piernas







