POV: AIRYS

Abrí los ojos.

Y me quedé sin aliento.

—Dios mío —murmuré, mirando fijamente a la mujer que me devolvía la mirada.

Mis pestañas estaban alargadas y marcadas, haciendo que mis ojos dorados parecieran más vívidos, intensos, casi salvajes. La sombra oscura en los extremos y el brillo suave en los párpados creaban un contraste con el color de mis iris, haciendo que mi mirada se viera más abierta, más profunda… más Luna.

Mi piel parecía haber sido pulida con esmero: uniforme, suave, con un leve brillo natural. Las mejillas estaban ligeramente sonrojadas, como si acabara de salir de un momento íntimo. Y mis labios… estaban voluminosos, con un tono rojo aterciopelado que hacía destacar cada curva.

—¡Caray! —susurró