[Liam]
Después de un largo y aburrido día, paso por el sastre para recoger el traje para la fiesta y me dirijo a casa.
Todo estaba tranquilo y de la cocina salía un aroma maravilloso. Dejo el traje en el sofá, voy a la cocina y observo a Julieta paseando de un lado a otro, preparando la cena. Lo cual no era su obligación.
— Nunca vas a salir de esta cocina, ¿verdad?
Julieta se sobresalta con mi repentina llegada y casi tira la bandeja de servir que tiene en las manos.
— Sr. White... Buenas noches. Y no. — se ríe. — Si no lo hago, ¿qué haré? Tengo que tener una función, para sentirme útil. Por favor, déjame hacerlo.
Suspiro y meto las manos en los bolsillos.
— No puedo detenerte.
— Gracias. La