—Estamos reunidos esta noche para una importante misión— decía Dylan mirando a todos—. Es algo de suma importancia.
—Habla antes de que me duerma maldita sea—gruño Alan
—¿Puedes decir una oración sin maldecir a alguien?—le reclamó Lucy.
—Cállense, esto no trata de ustedes— dijo Rosali.
—Prosiguiendo— decía Dylan—. La misión de la que les informo es ...¡redoble de tambores!—gritó Dylan dramáticamente.
Rosali empezó a golpear la mesa imitando el sonido de los tam