No podía creer lo que estaba pasando.
¡Jeremy la estaba besando!
Sentía que todo su cuerpo se inundaba de una sensación extraña que estaba en medio del placer y el dolor. Sus brazos involuntariamente rodearon su cuello y lo atrajo mas a ella. Sin darse cuenta estaba apretando su piel tan fuerte que sus uñas se enterraban en su piel.
Era una sensación nueva para ella, de desesperación y necesidad de estar más cerca de él. Su propio cuerpo parecía tener mente propia y se apegaba más a su cuerpo invitándolo.
Pero el momento mágico fue interrumpido por los brazos fuertes de Je