CAPÍTULO 1.-segundo fragmento

Miraba el techo color crema de la habitación, Matt dormía plácidamente a mi costado, no sabía cómo siempre que discutía con él terminaba en su cama de una u otra manera. Miraba sus largas pestañas, su boca entreabierta y su cabello todo enredado, ¿Cómo puede dormir de esa manera?, Tan plácidamente mientras que yo siento el mundo aplastándome.

El sol empezaba a entrar por orificios de la ventana que la cortina no llegaba a cubrir, me levanté muy despacio de la cama y entre al baño. Después de más de 15 minutos yo me encontraba listo para la escuela, hoy sería el primer día del último año en la bella preparatoria, un lugar tan cálido como la Antártida y tan acogedor como un terreno lleno de minas. Miré a Matt, él seguía profundamente dormido así que me fui sin despedirme.

***

—¿Cómo estás preciosa?—salude a Rosali que salía de la limusina.

—Me estoy volviendo loca Dylan—su cara de sufrimiento llamó mi atención.

—Siguen sin hablarse, ¿verdad?

—Si—me miro con cara compungida, caminábamos hacia dentro de la escuela.

—¿Sigues sintiéndote rara?

—Muy rara, ayer estuve a punto de ir a su cuarto, ¡estaba tan desesperada! Pero me tome el brebaje que me diste y se me paso un poco, aunque me sentí adolorida y me puse a llorar muy fuerte, hasta Alan llego a mi cuarto a decirme que me callara.

—¿Y él no ha intentado hablarte?

—No lo veo desde que Jeremy se fue y de eso ya una semana.

Escuche los cuchicheos a nuestro alrededor.

Todos nos miraban como especímenes raros, a estas alturas ya todos sabían que Rosali era la mate de Oliver y que yo era el nuevo miembro perteneciente a la escolta del nuevo rey y que era mitad hechicero.

—Sean bienvenidos— el profesor nos saludó de manera muy formal—, por favor siéntense adelante.

—Lo siento, profesor, pero nosotros siempre nos sentamos atrás—le contestó Rosali.

—Como desee futura luna—el profesor se veía realmente nervioso.

—¿Y eso que fue?—me susurró Rosali cuando nos sentamos en la parte trasera.

—Acostúmbrate, ahora todos nos trataran de manera diferente por ser ... bueno tu entiendes.

—Eso es mejor a que nos traten mal—me sonrió

—Claro que si.

Después de unos minutos, el aula de clase está casi llena, hasta que algo , o mejor dicho, alguien apareció sacándome de órbita.

—Chicos le presento a Jonny, perteneciente a la manada Moonstone y hermano del alfa de esa manada.

Hijo de la gran Puta, la que se va a armar cuando Matt se entere.

—¿Ese no es tu ex?—me pregunto Rosali.

—Desgraciadamente si.

El me localizó con la mirada y sonrió de par en par.

El coro de "Bohemian Rhapsody" de la banda Queen empieza a sonar en mi cabeza.

Carajo, estoy perdido.

—Es muy lindo—dijo una de mis compañeras.

—¡Oye yo lo vi primero!—dijo otra.

Ingenuas.

Lo siento chicas, pero Jonny ni las mirara.

—Respeto por favor—dijo el profesor—, puede sentarse Joven.

Jonny camino hasta el asiento delante de nosotros y sonrió.

—Hola— se sentó—. ¿Cómo están?

—Hola—le respondió Rosali algo tímida.

—¿Y tú qué m****a haces aquí?—le susurré intentando no demostrar lo alterado que estaba, creo que falle.

—No es el lugar Dylan—me guiño un ojo, mientras el profesor indicaba al aula entera que abrieran sus libros—. Después hablaremos y te contare todo

No le preste ni un poco de atención al profesor, tenía mi celular en las manos pensando todo el momento, ¿debería llamar a Matt? ¿el sabrá que Jonny está aquí?, después recordé nuestra pelea de la noche anterior. Se había enojado porque conteste su teléfono cuando su padre había llamado, Matt estaba empeñado a que nadie, además de nuestro círculo cercano, descubriera nuestra relación porque, según él, todavía no estaba listo. Eso hería totalmente mis sentimientos, me frustraba totalmente no decirle a todo el mundo quien es mi mate, entonces pensé, ¿no sería tonto llamarle a Matt?. Él quiere ocultar lo nuestro así que supongo que no hará nada para sacar a Jonny de aquí, además al llamarlo pensaría que estar con Jonny en la misma escuela me afecta y eso no es así.

Creo que estoy dramatizando todo esto, no hay ni la necesidad de contarle que Jonny está en la isla y no en su manada.

El timbre de la escuela sonó

—Es todo por hoy chicos—se despidió el profesor.

—¿Vamos a almorzar?—me habló Rosali.

—Claro—le sonreí.

—¿Los puedo acompañar?—nos preguntó Jonny.

—Claro—respondió Rosali y la asesine con la mirada—. De hecho ¿no creen que necesitan hablar primero?, yo me iré adelantando.

Rosali salió corriendo del salón.

—Es muy agradable—me dijo él—. Pensé que sería más engreída por su cargo.

No le respondí y guardé todas mis cosas en mi mochila.

—Sígueme—salí del salón.

***

Llegamos a la azotea de la escuela.

—¿Qué m****a haces aquí?—le pregunté hostilmente.

—Me desterraron de la manada—miro al suelo.

Me quedé atónito.

—¿Por qué?

—Mi mamá quería que me casé, estaba cansado de llevar una vida de mentiras y actuar como alguien quien no soy, así que le dije a mi madre que nunca me casaría con alguien que no amo y peor si es una mujer.

—Prácticamente le afirmaste que eras gay, después que se lo negarás tantas veces.

—Si—empezó a llorar.

No pude evitarlo, fui a abrazarlo y a consolarlo, yo sabía que se sentía ser desterrado de tu manada y debe ser más doloroso que los que te haya echo eso sean tu propia familia, yo tenía el apoyo incondicional de mi madre y no quiero imaginar el dolor profundo que sentiría si mi madre me despreciara de esa manera.

—Lo siento tanto Dylan, lo que te hice fue horrible—decía entre el llanto.

—Ya todo está perdonado, no tienes que preocuparte.

—Por mi culpa te desterraron de la manada y ahora mírame.

—Que me desterraran de esa manada es lo mejor que me ha pasado y con el tiempo te darás cuenta de que también lo será para ti.

—¿Por qué ahora seremos nosotros mismos verdad?

Esas palabras me fueron como agujas en mi corazón.

—Si ahora somos nosotros mismos, sin miedo—y a mi mente vino Matt.

—¿Podremos ser amigos?, entiendo si no quieres—me miró esperanzado.

—Claro que seremos amigos, después de todo lo que hemos pasado era lo mínimo—le sonreí.

—Gracias.

****

—¿Qué tal las cosas?— Rosali me miró curiosa mientras íbamos a mi casa en mi auto.

Le había mandado un mensaje a Matt para que le diga a Oliver que me llevaría a Rosali a nuestra casa para hacer tarea, yo también sigo sin hablarle a Oliver por eso use a Matt de mensajero.

Le conté a Rosali todo lo sucedido en el trayecto y ella pensaba que era lo mejor no comentar nada sobre Jonny, además parecería que le estuviera dando mucha importancia.

—¿Cómo está Jeremy?—le pregunté cuando entrabamos en mi habitación—. Con todo lo de hoy no te pregunte por el.

—Muy bien, Mathew le regaló una casa casi pegada al campus de la universidad y la comparte con José, mi madre le dijo ayer que una prima de parte de su familia también estudia en ese lugar así que estará conociendo nuevos familiares— a Rosali se le iluminaba el rostro al hablar de su hermano—. Lo escucho muy contento, como el antiguo Jeremy

—que bien por él, espero que le vaya muy bien en las materias—

—estamos hablando del perfeccionista de mi hermano, seguro buscará excelencia académica—sonrió pensando en su hermano.

***

—e3a245 no entiendo esto—José miraba su horario sin entenderlo muy bien.

—Creo que es edificio 3 aula 245—le ayude un poco.

—Ah...—dijo algo avergonzado mientras se engullía galletas—. ¿Te unirás al equipo de fútbol americano?

—Si sería genial, además te dan créditos extra ¡deberías unirte tú también! —le exigí.

—¿Yo? Mejor paso...

—Entonces decidido, entraras conmigo al equipo.

—Te he dicho que no.

***

—Todos alinéense— decía el entrenador del equipo mientras sopla su silbato.

—Te odio— José se alineaba conmigo junto a los demás novatos que querían hacer las pruebas para el equipo.

—Te dije que vendrías conmigo, nadie me puede decir que no a mi— le dije algo soberbio.

—Idiota— José se rio.

—Quiero informarles que solo hay 7 sitios en el equipo y ninguno para titular, como son 11, justo un equipo , ustedes se unirán para jugar con el equipo titular para ver quiénes son los mejores así que reúnanse y fórmense en 10 minutos los estaremos esperando—nos explicó el entrenador.

En los aspirantes la mayoría eran defensas y ninguno había jugado de mariscal como yo, no me sorprende, los mariscales de campo mayormente eran becados y puestos directamente en el equipo. Con experiencia como capitán del equipo, alinee a todos y puse como corredor a José, él era ágil además de gallina, seguramente cuando quieran taclearlo correrá por su vida como nunca, solo espero que el idiota no se olvide de sujetar bien el balón.

—Maldito novato, te vas a orinar—como siempre pasa, los titulares empezaban a insultarnos.

—Mejor te callas bola de manteca— le respondí riéndome—. Ten cuidado, con lo gordo que esta te puede dar un paro cardiaco.

El juego empezó y el equipo defensor era muy duro, pero como lo predije José corría como si su vida dependiera de ello, además que con su condición de hombre lobo sabía predecir porque lado irían taclearlo, yo no fallaba ningún pase y aunque nuestra defensa parecía una coladera ante tan imponentes jugadores y casi todos los ofensas se venían sobre mí, ninguno logró derribarme, ni siquiera el mastodonte que me había insultado.

—¡Wow!— dijo el entrenador cuando terminó el juego—. Es la primera vez que un equipo de debutantes le gana al equipo titular, estoy muy sorprendido

Choqué las manos con José y pude ver como el capitán nos veía con esperanza a nosotros.

—Hoy en la noche les llegará un correo a todos los que ingresaron al equipo.

***

—Mírate, no querías ir a presentarte para el equipo y ahora no paras de revisar tu correo

Me divertía los nervios de José

—Es que lo de hoy fue alucinante, yo siempre veía los partidos desde las gradas, pero estar en el equipo es otra cosa, jamás pensé ser parte de un ningún equipo—sonríe.

—¿No te acaba de llegar un correo?—dije mirando la pantalla de su laptop.

—Oh dios— abrió el correo y lo leyó—. ¡Entre en el equipo!

Mi celular vibró anunciando un correo nuevo.

—Mira, que a mi también me llegó uno.

—¡Léelo rápido!—se emocionó José.

El mensaje decía que también había ingresado al equipo y que debía estar a primera hora mañana para los entrenamientos, pero como me encanta joder a José puse cara de tristeza.

—No entre...

—¡¿Que?!

—No te preocupes, para la siguiente convocatoria si la hago.

—¡Si tu no entras yo tampoco!—dijo José muy molesto.

—¿Enserio?

—¡Si!

—Entonces alístate que mañana empezamos a primera hora—le dije riendo.

—¡Desgraciado!, ¿era una broma verdad?—me golpeó el hombro—. Eres un idiota.

—¡Pero si te hubieras visto!, Yo sabía que me querías—me burlé de él.

—Imbécil—se fue molesto.

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