Alex
Voy por una de mis armas que está en una de las gavetas de la entrada y abro la puerta de la escalera, una oculta que está debajo.
Pero ya es tarde estaba dentro, los veo entrar con pistola en mano, ella tiene a Mía en sus brazos, cubre la cara de mi hija para que no vea nada.
Por primera vez en mucho tiempo estoy nervioso y tengo miedo, ellas no deben pasar por nada de esto.
— ¡Vaya, vaya, miren quien está en casa!—No sé quien sea este idiota, pero como tres hombres más lo acompañan mis guardias no están y maldigo el haberme quedado solo.
—Por tu bien y los de estos idiotas mejor salgan. —Él me mira y camina hacia mi Alma que se oculta tras de mí, levanto mi arma apuntando a la cabeza de este hijo de puta que no sé quién es.
—Hola. —Dice mirando a Alma, ella no responde.
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