"Hana"
Nos demoramos un tiempo en la perfumería, Giovana fue seleccionando los productos que quería y yo observaba y preguntaba de vez en cuando algo sobre los productos. Eran delicados y combinaban mucho con esta Giovana que estaba viendo, que se ponía medio apenada y era muy delicada.
—Gi, mira, ¡también hay brillo labial de esta línea! —comenté y miró rápido.
—¡Mira, es novedad! —tomó el brillo interesada y miró con cuidado—. ¿Puedo llevarlo?
—¡Claro que puedes! Tu papá entregó la tarjeta y dijo: "para todo lo que necesites". Necesitas un brillo labial —comenté y rio—. Lleva dos, hay tonos diferentes —eligió los brillos con una sonrisa—. Sabes que es tímido, ¿no? —pregunté y me miró poniéndose roja.
—¿É-é-él? Es... ¿de qué estás hablando? —estaba muy apenada.
—Que te molestaste con el elogio chueco que te hizo Anderson —la encaré.
—Ay, Hana... es que pensé que me iba a decir que había quedado hermoso y... qué sé yo... —se encogió de hombros.
—¿Estás interesada en él? —pregun