"Flavio"
En menos de cinco minutos Pan con huevo fue puesto frente a mí y, por el estado en que estaba, habíamos llegado justo a tiempo. Encaré al director, que tenía una sonrisita cínica en el rostro, pero aquello no tenía ninguna gracia.
—¡Miraaaa! ¡Lo lograste! Y nadie murió. —Lo encaré irritado.
—¡Ah, realmente mis guardias trabajan muy bien! —Seguía sonriendo, menos cínico y un poco más nervioso. —Aquí, delegado, necesito que firme esto, las formalidades de siempre.
Tomé los documentos que me entregaba, leí cada línea y firmé. Se los devolví sin decir nada.
—Delegado, voy a mandar una escolta que los acompañe, así, cuando terminen allá en el juzgado, no necesitan perder tiempo trayendo al preso de vuelta. —El director habló y ya estaba haciendo señas a algunos guardias.
—¡Ni pierda su tiempo! ¡El preso sale conmigo y vuelve conmigo! —Avisé y di la espalda, sujeté a Pan con huevo por el brazo y lo llevé al vehículo.
Ese director no perdía por esperar, su fiestita en la prisi