"Hana"
Había tomado la decisión, pero aún no había tomado las providencias. Entonces el día anterior conseguí que la secretaria del Dr. Molina me encajara en su agenda, para la primera consulta del día. Pero no se lo había contado a nadie, solo a Rubens, mi sombra. No quería que todos estuvieran ansiosos y preguntando, ya estaba ansiosa de más. Así que estábamos Rubens y yo sentados en la sala de espera del médico.
— ¡Hana, puedes entrar! — salió la secretaria del consultorio con una gran sonrisa.
— Brutote, tengo que entrar sola. — bromeé y sonrió para mí, pero fue una sonrisa diferente.
— ¡Muy graciosa! ¡Vamos, pequeña, te estoy esperando! — respondió con esa sonrisita que me estaba incomodando. Pero lo resolvería después.
Entré al consultorio del médico y fui recibida con un abrazo.
— Hana, querida, adelantaste bastante nuestra consulta de rutina. — sonrió el Dr. Molina.
— ¡Ah, es porque es una consulta fuera de la rutina! — lo saludé y él jaló la silla para mí y después se s