"Hana"
Rafael me estaba mirando como si hubiera dicho algo sorprendente e increíble, estaba completamente en shock y yo empecé a reír, porque ya se había olvidado completamente de lo que estábamos hablando hasta el momento en que mencioné hijos.
—Psicogato, ¿estás bien? —Pregunté y él parpadeó lentamente.
—No, creo que no. Creo que escuché mal. —Respondió.
—¿La parte en que dije que una foto nuestra semidesnudos en una pose sexy quedaría linda en nuestro cuarto? —Bromeé y él rió y dio un beso en mi vientre y después quedó cara a cara conmigo.
—Con eso estuve de acuerdo. —Miró en mis ojos buscando cualquier cosa, probablemente un resquicio de duda o retroceso. —No entendí el final.
—¡Aaaah! La parte en que dije que quiero que nuestros hijos crezcan con la tía loca cerca. —Repetí y una sonrisa comenzó a florecer en sus labios. —Sabes qué es, psicogato, tengo una tía loca y es lo máximo y me habría gustado mucho haber crecido cerca de ella, entonces me gustaría que mis hijos tuviera