"Flávio"
Sabrina ya había vuelto a atormentarme, el asunto de los piojos no la mantuvo lejos por mucho tiempo. Estaba cada vez más nervioso, no lograba resolver las cosas y cada día sentía que Manu estaba más desconfiada de que algo andaba mal.
Pero ya se sabe, no hay nada tan malo que no pueda empeorar. Estaba en la comisaría, acababa de tomar la declaración de un detenido y finalizar el procedimiento, cuando Bonfim entró a mi oficina acompañado por el abogado que estaba manejando la situación de mi casi divorcio.
—¡A quien más ansiaba ver! —Dije al ver al abogado—. Doctor Romeu, por favor, dígame que tiene buenas noticias. —¿Pareció que estaba suplicando? Sí, pero realmente lo estaba.
—Delegado Moreno, son buenas noticias, pero que pueden causarle un período más turbulento.
—¿Más turbulento que hasta ahora? Imposible. Pero vamos, ¿cuáles son las novedades?
—El juez programó una audiencia, quiere a usted y a la señora Sabrina frente a frente y quiere escucharlos. Acompañé al ofi