"Flavio"
Los días estaban pasando a un ritmo agradable y tranquilo. Adoraba mi trabajo, que era mucho más interesante en una ciudad grande que en una ciudad tranquila del interior, tenía una novia hermosa que me volvía loco y un grupo de amigos realmente unido. Todo iba muy bien.
El único problema era la madre de Manu, insistía en llamar para maltratar a su hija casi a diario, tanto que mi Bajita comenzó a dejar el antiguo celular cada vez más tiempo apagado. Pero hoy esa loca comenzó temprano, pues la Bajita había olvidado apagar el teléfono. Y no me contuve, marqué enseguida mi territorio, pues esa bruja no iba a continuar con eso de casar a mi Bajita con otro.
Mientras tanto, mi peculiar familia que yo juraba que me iba a atormentar, estaba en el más absoluto silencio. Hablaba con mi madre cada semana y se mantenía serena y únicamente se interesaba en saber si estaba bien y se quejaba de Lisandra. Mi padre no había hablado conmigo desde que me mudé, lo que me parecía extraño. Lej