"Flavio"
Manu estaba volviendo de viaje, fueron dos días interminables y necesitaba a mi Bajita. Pasé todo el fin de semana sin ella, estaba irritado y malhumorado. Y la guardia en la delegación estaba siendo insoportable.
El día en la delegación no había sido fácil, mucha burocracia y poca acción. Necesitaba mucho a mi Bajita y estaba loco por llegar a casa. Y para mi alegría, cuando llegué a casa ella ya estaba allí. Corrí hacia ella y la abracé levantándola del suelo. Sin decir nada, solo la levanté del suelo y la sostuve contra mí, besando esa boca deliciosa y apretando ese cuerpo que me volvía loco.
Necesitaba tomar una ducha, pero también la necesitaba a ella. Caminé hasta el baño con ella agarrada a mí mientras la besaba y para mi total felicidad ella correspondía a mi beso con la misma intensidad.
— ¡No tienes idea de cuánto te extrañé! —dije entre besos, poniéndola en el suelo y arrancando nuestra ropa. Ella tenía una sonrisa hermosa en los labios.
— Te contaré algo enton