"Manuela"
Menos mal que el Dr. Molina era un amor de persona. Llamé a Mel y logró que me acomodara en el horario del almuerzo. Claro que le conté para qué era la consulta, Mel era como una hermana mayor para mí, confiaba en ella y siempre me ayudaba.
—¡Chicas, llegué! —Melissa apareció en la oficina una hora antes de la consulta, en el exacto momento en que tomaba mi bolsa para salir con Lisa rumbo al hospital.
—¿Qué estás haciendo aquí, loca? —Lisa preguntó sin entender.
—¿Y tú crees que me perdería esto? ¡Ni muerta! —Melissa me sonrió. —Mi mariposita está creciendo, ¡me emociono tanto! —Melissa me hablaba como una mamá orgullosa, no pude dejar de reírme.
—¡Entonces vamos, chicas! —Salimos de la oficina y fuimos directo al hospital.
Llegamos hasta temprano para la consulta, pero cuando el Dr. Molina abrió la puerta del consultorio ya comenzó a reírse.
—Me pregunto por qué Sam y Cat no están aquí. —Nos saludó calurosamente.
—Porque es secreto, tío, solo nosotras sabemos de los