Cuando íbamos camino a casa, la mayor parte del trayecto fue silencioso.
Hades parecía perdido en sus recuerdos y yo no sabía qué decir. Todavía estaba procesando lo que él me había contando; sus peleas clandestinas. Algo me decía que aún habían más secretos, pero no sé si estaba lista para descubrirlos o si quería siquiera escucharlos.
El silencio me estaba ahogando, sentía la necesidad de hablar con Hades. Me aclaré la garganta y le dije:
- Terminé el colegio cuando tenía 15 años. Era algo así como una súper cerebrito. Mi familia se sentía orgullosa de mí, esperaban que estudiara administración o gestión financiera, pero lo mío era más la medicina; desde pequeña quise ser doctora. Cuando salí del colegio, mis padres estaban co