Lilly Bradley
Jackson estaba muy molesto, terminó la llamada y miró en mi dirección.
— ¿Cómo es posible que no tengas tu celular contigo? Es una falta de responsabilidad, Lilly, ¿Si te pasara algo como me ibas a llamar? —alcé las cejas con sorpresa a su pregunta.
—“¿Cómo te iba a llamar?” —pregunté confundida. —Si me pasara algo le llamaría a mis padres.
—Quise decir que a quien llamarías. —se sonrojó. —Bien, me dice que el cliente potencial vendrá en unos minutos más, así qué, —me miró. —Espera en el auto.
—No, me iré en el auto a casa, así que “jefe” hasta el lunes. —lo esquivé y me alcanzó del codo para evitar que bajara las escaleras del pórtico.
—E