Lilly Bradley
Dejé el tenedor a lado de mi plato vacío, había quedado llenísima y Jackson se había dado cuenta, pareció que disfrutaba verme comer, supongo que debe de salir con modelos noventa sesenta noventa y que pedían solamente ensalada.
— ¿Tienes espacio para el postre? —alcé mis cejas con sorpresa.
— ¿En serio? —él arrugó su ceño.
—Si quieres si no…
— ¡Claro que sí! ¿Qué postres tienen? —pregunté curiosa. —Es que soy alérgica a la nuez.
—Solo hay uno de nuez, pero pedí el postre de la casa.
— ¿Y cuál es? —ahora tenía más curiosidad.
—Es de queso y tiene una capa de mermelada de fresas naturales cayendo sobre todo…— no sé por qu&e