ISABEL
Me despierta el aire helado que entra por el ventanal. Me quede dormida antes de que Brandon regresará, pero estoy segura que no será un problema acostarme y seguir de largo hasta mañana. La vista es realmente increíble, las nubes de tormenta se aglomeran relampagueando, corro el cristal y me froto los brazos. Mi esposo esta acostado boca abajo, con un pantalón de mezclilla y sin camisa, una punzada de remordimiento, ayer me presto su pijama porque no tenía idea de donde quedaron las mías y por la mañana, llene ambas de pintura… aun en la oscuridad, puedo distinguir su espalda definida. Me dejo llevar hasta él y me inclino a su lado, estiro el brazo con la intención de comprobar si es tan firme y musculosa como se ve, pero entonces, la luz de un rayo inunda la habitación, mostrando las manchas oscuras en su piel. Me llevo la mano a la boca sofocando un grito, los moretones son enormes, debe de ser horriblemente doloroso…
El piso frio