Joanne
¡Oh, Dios! Estos vuelos van a matarme un día de estos, pero debo continuar sin quejarme. Mi hermosa niña depende de mí y esas cuotas para la universidad no se pagarán solas. Me despido de ella dándole un enorme achuchón, esta vez serán quince días y necesito carga extra de abrazos.
—¡Basta mami! No te vas a la guerra y los celulares existen. —Se queja Sam, por mi ataque de amor público.
—Te amo y cada vez que me voy lejos de ti, es así como me siento, yendo a la guerra y dejándote desvalida.
—También te amo mami, ya deja el drama, corre que pierdes el vuelo y entonces, ¿quién les servirá sus manís y mimosas a los pasajeros distinguidos de la primera clase? —Se mofa haciendo un movimiento con su mamo como si puliera un diamante.
—De acuerdo, ya te dejo