Inesperadamente enamorada de mi escolta 2
Inesperadamente enamorada de mi escolta 2
Por: Johanna Rivera
Prefacio

Son las tres de la tarde y Amber, debe dirigirse hacia la biblioteca, allí la está esperando su compañera y mejor amiga, como estudiante de derecho, debe leer muchos libros y memorizar muchas cosas, se esmera por ser la mejor en el ámbito, y así lo era. no por tenerlo todo sería una vaga o una floja, seria muy exitosa igual que sus padres.

Su padre el CEO de una gran multinacional, su bella madre una diseñadora de gran prestigio, y su hermano mayor con tan solo 25 años ya es el gran sucesor de la familia Walton. 

Caminando por la acera en dirección a la biblioteca, sin darse cuenta unos hombres la intersectan, cubriendo enseguida su cabeza con una capucha negra, la chica asustada intenta luchar contra ellos, pero son muy fuertes y sin poder ver no logra mucho, hasta que cae al suelo después de que alguien la empuja y la pone a salvo, se retira la capucha a toda prisa y ve a un hombre que está peleando con dos más, sus patadas y puños resuenan en el lugar y algunas personas se están amontonando.

—¿Estás bien? —le pregunta una mujer mayor, al ver lo que está ocurriendo. 

—Si, si gracias —musita con dificultad, no podía creer que estuvo a punto de ser secuestrada, y lo que había aprendido en sus clases de taekwondo no le había servido de mucho en este preciso momento. <<Debo practicar más>>se dijo a sí misma, mientras mira al hombre como lucha. 

El joven sujetó a los dos delincuentes y mientras lo hacía el carro en el que venían desapareció por el camino al ver que los habían atrapado. 

Con miedo a que esto llegara a las noticias y sus padres se llevaran un gran susto, se cubrió la cabeza con la capucha de su saco, miró al joven agradeciendole mentalmente y luego corrió en dirección a la biblioteca. 

El joven al terminar levantó su mirada buscando a la niña por todos lados, pero no la encontró. 

La chica llegó al fin a la biblioteca, y entró en silencio tratando de tranquilizar su agitado corazón. 

—Amber —la saluda su amiga. —¿Qué te llevó tanto tiempo? —le pregunta en una queja. 

La pequeña mujer se sentó y sacó de su bolso una botella de agua, aun no podía digerir lo que acababa de ocurrir. —Estuve a punto de ser secuestrada —susurra, haciendo que la otra chica se acercara más a ella y diera un chillido al escucharla. 

—Shh…

—¿Cómo es eso posible? —susurra. 

Amber levanta sus hombros en respuesta y dice: —Aún estoy asustada, si ese hombre no hubiera llegado… quién sabe dónde estaría en estos momentos. 

—¿Cual hombre? —pregunta la chica confundida. 

—No sé quien era, solo sé que me salvó de la nada. 

—Uhh, ya sé, es un misterioso hombre que llegó justo a tiempo y ahora se enamoró de ti. 

—No digas tonterías Michelle, nunca lo había visto y apuesto que él tampoco, tal vez iba pasando, no lo sé —responde. —empecemos, aunque ahora mismo no tengo cabeza para estudiar nada. 

—¿Te llevo a casa? —inquiere la chica y Amber asiente en respuesta. 

—Deje el auto en la Universidad y me vine caminando, la peor decisión que he tomado. 

—Ya veo, no te preocupes, estás bien qué es lo importante y yo te llevaré a casa. 

—Vale, llevaré el libro que busco y haré la tarea en casa. 

—Si, buena idea, también haré lo mismo. 

Después de recoger el libro que necesitaba, salieron juntas de la biblioteca y se dirigieron al auto que está estacionado justo al frente. El ringtone del móvil de Amber, resuena dentro del auto.

—Mierda —gruñe. 

—¿Qué pasa, quién es? 

—Es mi hermano y te apuesto a que ya sabe lo que sucedió. 

La chica a su lado manteniendo sus ojos en la autopista frunce el ceño. —¿Cómo es eso posible Amber, que tu hermano estando tan lejos se haya enterado?

—Dejó un ojo aquí y el otro lo tiene allá, y es tan protector como papá — suelta con burla, haciendo reír a la chica.

—Hola mi querido hermano. 

—Cuéntame con detalle lo que te ocurrió. 

—No es necesario, pude defenderme sola.

—Amber, no me mientas. 

—Pff —sintiéndose rendida hizo un mohín y le contó a su hermano lo ocurrido, con cada detalle.              —Eso fue todo. 

—Ok, hiciste bien, pero no vuelvas a salir de la universidad caminando por ahí, Amber, debes encontrar un guardaespaldas. 

—¿Qué? No, por favor Liam, no seas exagerado, puedo defenderme sola. 

—Si claro, bye. 

—¡Liam, no lo hagas! 

—¿No haga que? 

—Hablar con papá sobre eso, no quiero ser perseguida por un anciano que me vigile todo el día, por favor. 

—No será un anciano. 

—¡Liam! —gritó pero fue el tono de llamada terminada lo que se escuchó. 

Al llegar a casa, la joven salió del auto y se despidió de su amiga. —Amber, hablamos por Chat, cuídate mucho.

—Si, bye. 

Entrando a la villa con precaución, no encuentra a nadie, dando un respingo entra a su habitación enseguida y se concentra en estudiar.

                                                                     ☪☪☪☪☪☪☪☪☪☪☪

Hola, Hola.

Buenos Días, Tardes, Noches. 

Bienvenidos a esta segunda parte de Inesperadamente.

☪Los hijos de Mayling Jones y Martín Walton, ya han crecido y con eso los problemas y los enemigos. 

☪Espero te guste esta novela escrita especialmente para ustedes. 

                                                                   ¡Un gusto y Bienvenidos!

                                                                   ☪☪☪☪☪☪☪☪☪☪☪

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