Después de ducharme, bajo a la cocina, y al entrar me encuentro a mi embarazadísima esposa y nuestra pequeña cocinando juntas. Es una imagen tan pero tan bonita que solo puedo quedarme parado bajo el arco que divide el salón y la cocina observándolas.
—Ahora ponlo allí.— Le indica a Allegra refiriéndose a un bol con ensalada.
—¿Cocinando?— Pregunto y ambas se sorprenden ya que ni siquiera se habían percatado de mi presencia.
—¡Has tardado muchísimo! ¿Te estabas duchando o dando un baño de inmersión?— Me pregunta mi guapísima esposa entre risas.
Rio ante sus palabras y camino hacia ella con la clara intensión de hacerle cosquillas, pero ella se da c