Draben.
Subo las escaleras de la mansión lo más rápido que puedo mientras mi corazón retumba como un loco dentro de mi pecho.
A la mierda, que más da.
Dominick ya me abandono una vez y no morí por eso.
A Ciara la podré olvidar.
Nadie muere por un maldito corazón roto.
Me desahogo de la corbata de mi traje mientras observo que cerca no haya nadie. Ignoro el nudo en mi garganta que hace que se me haga difícil ignorar el dolor que estoy experimentando al saber que tendré que irme para así alejarme de esos dos.
Malditasea el día que me enamore de esa mujer.
Malditasea el día en el que la cague.
Sostengo la tela en mi mano parpadeando varias veces para quitarme las lágrimas que a fuerza quieren salir. Tomo respiraciones profundas mientras doy pasos largos entrando a uno de los pasillos que me llevarán a las habitaciones.
Haré una pequeña maleta donde meteré algo de ropa y me ire a alguna de las mansiones que tengo, me quedaré lo que haga falta hasta poder acomodar mis jodidos sentimientos