Más tarde esa noche, Lilly hizo café y se lo llevó a su estudio como siempre, llamó a la puerta y la puerta se abrió en segundos para revelar el hermoso rostro de Shane, él le quitó la bandeja y la llevó a la habitación, colocando la bandeja en un pequeño estante, se volvió hacia ella.
—¿Por qué tardaste tanto?—Lo siento señor, estaba...—¿Señor?— Shane interrumpió y ella respondió sonrojándose, —¿qué te dije flor?—Lo siento señ... Shane— dijo en un tono ligero.—Mejor—, sonrió Shane, —ahora ven conmigo—, la tomó de la mano y la arrastró hacia la puerta.—¿No estás trabajando?— Preguntó sorprendida.—No.—Pero tú dijiste...—Tenía que hacerlo, mi mamá estaba allí. Además— se detuvo y se volvió hacia ella, —traerme café es la única manera de sacarte—, sonrió y se volvió hacia la puerta, la abrió y salió con ella detrás de él. Siguieron andando, pero en lugar de caminar hasta la casa, se desviaron al salir del estudio.—¿A dónde vamos señor?— Shane se d