Anya.
Finaliza la llamada y mis dedos dejan de teclear.
—¿Lo tienes?—dice Justin.
—¡Maldita sea no!—pego al escritorio,
—¿Qué paso?—inquiere Justin y juro que quiero golpearlo.
—¡Todo lo desvío!
—¿Qué?
—¡desvío todo a otros teléfonos, tengo más de 10 ubicaciones!
Guardo silencio pensando en lo aprendido en Quántico, lo que Zack me enseñó y mi exnovio Malcolm me explicaba.
—Zarick—lo llamo—te necesito conmigo, necesitamos estar 10 segundo en el sistema, descarta las últimas cinco localizaciones.
—Bien—dice y comenzamos a teclear, la urbanización se despliega en mi pantalla, datos, códigos informáticos, contraseñas y códigos binarios, termino y miro a Zarick.