Al otro día Alex despertó un poco mejor, aun sentía un gran ardor en su interior, pero no era nada a comparación del día anterior.
—Alex, me llevare la camioneta. —Dijo Thomas entrando a su habitación.
—¿Por qué no vas en moto? ¿A dónde vas?—Tengo que ir a la ciudad, nada importante, pero afuera hay un sol terrible.—Ah. Está bien, podrías lavarla cuando la termines de usar.—Jaja, pídeselo a alguien más. —Dijo Thomas mientras se iba.Después de unos minutos Alex se levantó de la cama, fue a la cocina y saco una cerveza de la heladera, junto con un pedazo de carne que comenzó a masticar sin cocinar antes, puso música para alegrar el ambiente y se puso a leer un libro.
cerca de una hora más tarde el timbre sonó, este se levantó para ver quién era y cua