Los ojos de Alan se agrandaron al ver la daga.

— ¿De dónde sacaste eso?

—Esta daga estuvo en manos del clan por mucho tiempo, se creó el rumor de que estaba perdida para que nadie intente robárnosla, sirve para liberar a los que son atrapados en ese mágico mineral.

—Me gustaría seguir teniendo esta charla, pero es mejor que te vayas Rayzen, ya te lo dije no eres bienvenido aquí. — Dijo Anís con vos firme.

—Está bien, me iré, buscare alguna bonita casa para quedarme hasta encontrar lo que busco —Rayzen camino hasta la puerta y antes de irse dijo con una cara tenebrosa y tétrica— Se que me ocultan algo, por el bien de los dos espero que no sea lo que busco, porque los matare dolorosa y lentamente, cuando termine con ustedes reduciré a este pueblo junto con todos sus habitantes a polvo. Nos vemos luego. — Dijo con una sonrisa en la ca