CAPÍTULO 37. Una larga noche
CAPÍTULO 37. Una larga noche
Logan.
Mi peor instinto, ese que siempre me domina, me diría que Liliana está comportándose exactamente como yo esperaba: tratando de seducirme, tratando de llevarme a la cama y enredarme… Y luego está ese otro instinto estúpido que me dice que la conozco mejor que eso.
La veo gateando hacia mí, su cuerpo se mueve como un gato acechando a su presa y su presa es mi cuello.
—¡Liliana, te dije que me mires! —insisto pero es incluso difícil conseguir su atención.
Sus labios entreabiertos rozan mi garganta y se sube a mi regazo, tomándome desprevenido. Me besa con desesperación, sus manos van directo a mi camisa, intentando desabotonarla con torpeza.
—¡Oye, oye… tranquila! —digo, sujetándole las muñecas para detenerla—. No tenemos prisa…
Pero solo puedo hablar por mí. La desesperación en ella es palpable y mi peor instinto vuelve, pero esta vez para decirme que algo no está bien. Algo en su comportamiento no cuadra. La atrapo por la cara con una mano y la oblig