— Chicos, Reunanse por favor, el autobús ya está por salir al campamento ilusión, donde tal vez todo lo que veas no es lo que parece — dijo aquel conductor mientras se reía.
El conductor pudo notar la preocupación en aquellos jóvenes.
— Es mentira, que agua fiestas son, suban se — dijo de repente.
Niños de diferentes edades, que no se conocían en lo absoluto y a los cuales sus padres habían mandado a ese campamento, empezaron a subir se poco a poco y uno por uno.
Elliot no sabía en qué lugar ponerse, dado que los lugares estaban ocupados o algunos de pura maldad ponían sus mochilas a un lado.
Elliot se acercó a una chica que tenía su mochila a un lado.
— ¿ Me puedo sentar ?&mdash