Me pertenece.
Capítulo 41
—En esta gaveta están las mantas— le dijo Kath mientras veía como si hermana escaneaba su habitación— puedes graduar la temperatura de la ducha a tu gusto.
No era que Kath estuviera muy feliz de tener a su hermana ahí pero si quería crecer emocionalmente tenía que aprender a perdonar y que mejor momento que este ¿No? Después de todo hacía años que no la veía.
Tal vez había cambiado su forma de ser y de pensar, tal vez ya había madurado y había dejado de ser la persona envidiosa que era cuando era una adolescente.
Y Tal vez había dejado de gustarle las cosas prohibidas, los hombres prohibidos.
O por lo menos así lo había etiquetado Kath hace años “hombres prohibidos”, cuando no tenías permitido acostarte con el novio de tu hermana o con algún hombre de… su familia.
Por lo menos ella así lo había respetado jamás se había acostado con sus novios.
Fue a las gavetas con sus pijamas y agarró un par, no pensaba mudarse a la habitación de Edan tampoco, tenía la e