Golpeo su rostro sin piedad descargando toda mi furia y frustración contra el administrador de mi bar, el muy hijo de puta pensaba que me robaría y que todo se quedaría así no más, ahora estoy a punto de matarlo a golpes.
La rabia me consume cuando sé que me está robando en compañía de alguien más, cuando me entere de quien es, los matare a ambos. Me enfurece los traidores cuando se les ofrece la mano en los peores momento y pagan de esta manera, decepcionando a la única persona que creyó en ellos cuando estaban en la miseria.
—Dominic contrólate —masculla Aleksy, posando su mano en mi hombro—vas a matarlo amigo y no vale la pena.
Eso quiero, necesito drenar esta ira de una o alguna forma. No solo estoy asi por darme cuenta de la traición, la muy perra de Soriana me dejó en la suite como prostituta después de haber saciado