Las cosas estaban en cierta forma algo extrañas. No entendía muy bien pero desde que había despertado cierto olor inundaba la habitación y no lograba percibir de qué se trataba. Se sentó en la cama mientras miraba a su alrededor y soltaba un bostezo.
—¿Connor? Hay un olor extraño en la habitación.
Se giró y se encontró con el castaño a su lado apretando los ojos con fuerza y estrangulando las sábanas con sus manos y empleando mucha fuerza en ello.
—Ethan, ve a buscar a Harold.
El moreno con preocupación se levantó de la cama y corrió fuera de la habitación para poder dirigirse al pasillo extenso que tenía la mansión. No sabía dónde se encontraba el rizado, pero sabía que debía buscarlo y que necesitaba encontrarlo, Connor se veía mal, muy mal.
Comenzó a sentir su corazón palpitar con demasiada fuerza en su pecho y le dolía, no mucho, pero era un dolor bastante molesto.
Miró hacia todos lados buscando una puerta o un número clave a dónde ir para encontrar al amigo de su Alfa, pero esta