Una explosión de emociones se desató dentro de mí. ¿Esto estará bien? Mi cerebro se preguntaba eso una y otra vez. Pero a mi corazón le gustaba y se negaba a rechazar tal sentimiento.
—Este debió ser el primer beso —sus ojos brillaban y no sé si era por el reflejo de la luna o yo ya estaba alucinando.
—Hubiera...ha... sido bueno -dije tartamudeado.
—¿Te dejé sin aliento? —sonrió descaradamente.
—Es el frío —dije sin pensarlo.
Caminamos hasta llegar a la lo orilla. Comencé a escurrime el agua. Jos tomó el ejemplo de los perritos y comenzó hacer lo mismo que ellos después de mojarse tirándome toda el agua a mí.
—Jos —le reclamé —comenzó a reír, tomo su chaqueta y la puso sobre mis hombros. Estaba acogedora. Oliendo tanto a él. Metí mis brazos en la manga y subí el cierre.
Nuevamente tomo mi mano y caminamos hasta la carretera en donde había dejado su motocicleta. Subió y luego me ayudo a subir. Esta vez llevaba el ritmo más lento, pero