Kimberly se levantó a primera hora como era su costumbre, antes que cualquier persona, el personal se sorprendió al verla.
— Señora, disculpe no sabíamos que se levantaría tan temprano, ahora prepararemos su desayuno.
— No, no se molesten solo tomo jugo de naranja o pomelo, sin azúcar agregada, y lo haré cuando regrese de correr. Gracias.
Ella salió y corrió por dos horas, cuando regresó, sus piernas temblaban y es que ella no tenía en cuenta la cantidad de energía y calorías que perdía en la alcoba.
— Hola Kimberly.
— Buenos días Jack, Nancy.
— No sabíamos que te levantabas tan temprano.
— Sí, suelo ejercitarme un poco. — Kimberly tomo su lugar y la empleada llegó con su vaso de jugo.
— ¡Maldici&o