Al día siguiente a la hora del almuerzo Ashraf tuvo una visita inesperada en su oficina, era Keyla
- Hola Ashraf como estas- lo saludo efusiva dándole un beso en la mejilla
- Bien- respondió a secas, no esperaba esa visita y menos la actitud de Keyla, quien venia vestida muy seductora con una falda corta y suéter ceñido al cuerpo con cuello en V, además de sonreírle muy sugerente.
Sabia a lo que venia, quizás a reavivar la llama de una antigua pasión que el no estaba dispuesto a revivir.
- Vine a invitarte a almorzar, como te he escrito y no me has respondido- le señalo y ciertamente asi había sido, hace dos días recibió dos mensajes de Keyla in