Shaina estaba en la sala sentada en el sofá hojeando algunas revistas de farandula cuando Murat se sentó a su lado y atrayéndola a su pecho y depositando un beso en su cabeza le dijo
- Estoy tan feliz de que hayas encontrado el amor, te lo mereces Caliskan.
Shaina sonrió ante ese apodo por el que siempre la había llamado cuando era su jefe, y los recuerdos hermosos se agolparon en su mente.
Nunca olvidaría lo especial que se sintió junto a Murat, pero ahora solo un cariño profundo de una amistad que perduraría hasta la eternidad permanecería.
- Y tu que seas tan feliz con Ayla, se lo merecían después de tanto dolor.
- Nunca fue mi intención causarte algún tipo de dolor.
- Murat- lo reprendió sonriente- eso pertenece al pasado, ahora somos amigos y siempre lo seremos.
- Asi es, y que te hayas casado con Khan aun me llena de mayor alegría, porque el es un buen hombre solo que ha sufrido mucho.
- Quiero porque me cuentes como eran ustedes de niños y jóvenes, aunque me cuesta tanto imagina