Kerem tenia días de malhumor, saber que Enma tenia un enamorado literalmente lo estaba matando, no lo soportaba y aunque sabia que su amor era imposible, y lo único que había pedido a Dios era no tener que verla junto a otro hombre.
Si lo sabia, era muy egoísta pero solo imaginar tener que entregarla un dia en los brazos de otro hombre, era su muerte.
Por eso esa noche fue a un bar tratando de calmar sus emociones en conflicto.
No había pasado mucho tiempo cuando una mujer de cabellos negros, ojos café que le recordó a Enma por su parecido físico se le acerco y le pidió le recomendara alguna bebida.
El no era de los que acostumbraban flitear con alguna desconocida y menos en un bar, pero esa noche estaba tan enojado, tan lleno de celos y de impotencia que accedió.
Quizas esto era lo que estaba necesitando, descargar su libido con alguien para olvidarse por un momento de Enma.
Su hermana y la mujer que amaba con todo su corazón.
La llevo a su casa y entre su deseo de olvidar y su embri