Esa noche Murat llamo a la policía para dar parte del lugar donde estaba escondido Abdul y cerrar asi el ciclo de la venganza.
Después de comer Ayla y el fueron a acostarse
Dormir cada noche con ella, se había vuelto su adicción, aun no se atrevía a tocarla íntimamente ni lo sugería aunque la deseaba con todas sus fuerzas, pero decidió seguir dándole tiempo y espacio para terminar de curar todas sus heridas.
Esa noche fue de confesiones, donde el por primera vez se permitió abrirse con ella sobre todo ese infierno que vivio.
- Quien ha ido a una cárcel sabe que no se sale igual, allí dentro la inocencia muere. Vi gente matar sin compasión sin razón,