Tres días después Hana fue llamada a la biblioteca donde encontró a su padre con la cara pálida, fumando un tabaco y noto el temblor inusual en su mano derecha que le indicaba que estaba ante una situación que lo había abrumado y sobrepasado
Ella sabía la razón, pero su corazón alimentaba la esperanza que su padre se hubiera negado a aquella petición hecha por un hombre despechado y con deseos de vengar la afrenta recibida.
- Hana, querida, ven siéntate
Ella se sentó y espero impaciente a que el hablara
Finalmente él dijo:
- Estas comprometida con Ashraf Rahamm y en 3 años te casaras con él.