-Caleb, si sigues mirándome así no podré dormir tranquila nunca más.- Susurró aún en mi pecho con los ojos cerrados.- Me sentiré acosada, me causarás trauma.
-¡Oh, vamos! No seas tonta, estaba viendo lo fea que estás.- Mentí riendo.
-Pues seré fea y todo.- Fruncí el ceño.- Pero al menos cocino bien.