—Intenta conteniendo la respiración y levantando la mano derecha —Emma se estiraba haciéndose más alta.
—Puf, no puedo —dijo Lila.
—Lila es un segundo y ya queda, mira así —Emma hizo todo el gesto rápidamente, hasta con la mirada hacia el techo como buscando ganar altura.
—Última vez y si no funciona lo dejamos por hoy.
La modista miraba a las muchachas y no decía palabra, ya había visto esta escena la semana anterior y la otra y la otra. Hasta el mínimo acto de probarse un vestido de novia era algo mágico para ellas. Le pareció increíble teniendo en cuenta todo lo que le habían dicho sobre Lila.
— ¡Sí! ¡Lo lo