Capítulo 2472
Fane frunció el ceño y retrocedió constantemente, tratando de meterse en un rincón y ocultarse. No sabía quién abrió la puerta de la pequeña nave espiritual.

Tampoco sabía cuál era el propósito de abrir la puerta. Para evitar cualquier eventualidad inesperada, intentó ocultarse lo mejor posible.

—¡Bien hecho! ¡Finalmente se abrió! ¡Recuerden, ninguno debe sobrevivir!

Se escuchó una voz desconocida desde afuera.

Estas palabras parecían sentencias de muerte para ellos. Ciro y Benedicto estaban tan asustados que casi se orinaban.

Benedicto gritó:

—¡No me mates! No sé nada, ¡solo soy un aprendiz! ¡No me mates!

Ni siquiera vio a la persona que los estaba persiguiendo, Benedicto ya estaba tan asustado. Si viera a la persona afuera, Fane creía que Benedicto podría desmayarse en el acto. Con tan poca valentía, era ridículo cómo había intentado actuar antes.

Benedicto tomó la iniciativa y, habiendo estado al borde del colapso, Ciro, al escuchar la súplica de Benedicto, siguió llorando y suplic
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