Capítulo 200
En el área de observación de tigres había dos feroces tigres siberianos. En la zona central había un puente de piedra.

Un gran número de turistas se paraban en el puente de piedra para ver a los tigres de cerca y tomar fotografías con sus teléfonos.

En el costado había un cartel que les advertía que no jugaran ni se treparan.

Inesperadamente, un niño de entre siete y ocho años cayó accidentalmente dentro mientras saltaba sobre la barandilla.

“¡Ah! ¡Que alguien salve a mi hijo!".

Una mujer de mediana edad inmediatamente gritó pidiendo ayuda presa del pánico.

"¡Buaa! ¡buaa! Mami…".

La piel de la pantorrilla del niño estaba desgarrada y sangraba.

Sin embargo, la herida no era grave.

Desafortunadamente, los dos tigres siberianos eran carnívoros feroces. Al oler la sangre, los tigres que yacían en el suelo se levantaron y lentamente se acercaron al pequeño.

"¡Rápido, ve a buscar a los empleados del zoológico!".

“Oh Dios, ¿qué podemos hacer? Vienen los dos tigres. ¡Dios mío, ese n
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