Fane no era una persona que se dejara llevar. Si dejaba pasar las cosas cuando Warren se esforzó tanto por ir contra él, ¿qué diferencia había entre él y un inútil?

Tenía que hacerle pagar caro a Warren ya que éste se había atrevido a actuar contra él de una manera tan poco decente. Justo cuando Fane estaba pensando en cómo podía vengarse de Warren, llamaron bruscamente a su puerta.

Fane le pidió rápidamente a Nash que entrara en la Semilla de Mostaza antes de ordenar su ropa y abrir la puerta. De pie fuera estaba, de hecho, Ambrose.

Como diácono del Pabellón de los Dos Soberanos, Ambrose normalmente estaba ocupado con recados ocasionales. No vendría a Fane si no hubiera pasado nada. Además, Ambrose tenía una sonrisa en la cara y parecía estar de bastante buen humor.

Antes de que Fane pudiera preguntar al respecto, Ambrose comenzó: “No es necesario que me invites a entrar; solo estoy aquí para informarte sobre algunas cosas. Hace un momento, el Anciano Lee investigó personalmente e