"¡Espera! ¡Busquemos sus anillos marciales y veamos si hay algún tesoro en ellos!".

Nikini rápidamente pensó en algo, corrió hacia los tres cadáveres y les quitó sus anillos marciales.

“¿Eh? ¡Nada mal! Hay unas cuantas píldoras curativas y hierbas espirituosas de primer grado. Espera, ¿qué es esto? ¡Santo cielo! ¡Hay dos fichas negras en el anillo de este tipo! ¡Hemos encontrado un tesoro!”.

Nikini exclamó en voz alta mientras sacaba los tesoros de los anillos y se los entregaba a Sally. “¡Hermana Sally, gracias por salvarme! ¡Todos estos tesoros te pertenecen! ¡Son tu botín de guerra!”.

“¿Me lo estás dando todo? No, ¡compartámoslos! Quien participó recibe su parte, ¿no? Jeje. Además, con esta hierba espirituosa, ¡podrás avanzar antes al siguiente nivel!”.

Sally fue educada; ella no los tomó todos, sino que tomó solo la mitad de los tesoros y se los entregó a Nikini. Incluso compartió una de las fichas negras con Nikini.

“Quédate con las fichas. Mi destreza de combate no es