"Te equivocas. No soy ni amable ni generoso. ¡Eres mi prometida y esta basura se acostó contigo! Si no lo mato a golpes hoy, ¡no soy Wilton Norton!”.

La ira inundó las venas de Wilton y sus ojos se llenaron de rabia. “Shirley Lancaster, ¡fui demasiado amable contigo y diste por sentada mi amabilidad! Cómo te atreves a acostarte con otro hombre, ¡qué comportamiento tan imprudente! ¡No le tengo ningún miedo a la familia Lancaster! No olvides que la familia Lancaster es solo una familia de tercera clase aquí, ¡y la familia Norton es una de segunda clase! ¡Una familia de tercera clase no puede hacerle nada a una familia de segunda clase!”, gritó Wilton mientras miraba ferozmente a Shirley.

“Lo… lo siento, Fane. No esperaba que las cosas salieran así…”.

El terror se apoderó del rostro de Shirley al escuchar las palabras de Wilton. Ella comenzó a considerar si decirle la verdad o no a la otra parte.

Sin embargo, Fane se rio y la consoló gentilmente: “Está bien. Él tiene guardaespalda