Daniels llevo a Melisa a la playa, y como ella sabía lo que le costaba sacar todo ese dolor que por tanto tiempo llevaba acumulado, no lo presiono.
Se sentaron en la arena, mirando al mar y ella recostó su cabeza en el hombro de él queriendo trasmitirle todo su apoyo.
El beso su cabeza y finalmente comenzó a hablar
—